Juvenil
Aunque seguimos trabajando todas las modalidades del ciclismo, comenzamos a trabajar más concienzudamente la modalidad donde el ciclista despunte más.
Durante esta etapa introduciremos el entrenamiento de fuerza. Tenemos que enfocarlo desde el punto de vista del buen aprendizaje técnico, para así crear una gran base de cara al futuro, donde dicho entrenamiento será una de las piezas claves del rendimiento del deportista. La dirección de la fuerza estará dirigida principalmente hacia la resistencia. Se diseñarán ejercicios en los que ejercitemos tanto el tren superior como el tren inferior. Utilizaremos un peso comprendido entre el 30-55 % del RM (fuerza máxima), realizando unas 3 series por grupo muscular y con una recuperación de unos 2 minutos. Este entrenamiento tendrá una duración de unos 5-6 meses, comenzándolo en septiembre u octubre y finalizando en febrero o marzo.
Aunque sigue predominado el volumen sobre la intensidad, esta última comienza a ir tomando importancia. Al menos dos sesiones por microciclo (semana), debemos de introducir entrenamiento donde predominen las series, pero no podemos olvidar que después de un entrenamiento de calidad debemos de meter como mínimo una sesión de descanso. De esta manera, el deportista asimilará correctamente el entrenamiento y podrá afrontar de una forma correcta la próxima sesión.
El número de competiciones debe de estar comprendido entre 20-25 al año. Debemos de introducir alguna vuelta de unos 3 días de competición.
Sub 23
El deportista se centra sólo y exclusivamente en la modalidad donde más destaca. Es posible que algunos puedan simultanead modalidades, pero siempre nos centraremos en las que más nos interese.
El entrenamiento de fuerza se hace primordial y comenzamos a especializarlo. Realizaremos 1 mes de adaptación anatómica (fuerza resistencia), 1 mes de hipertrofia para coger base de cara al trabajo de fuerza máxima, 3 meses mínimo de fuerza máxima. Una vez hemos concluido los tres meses de fuerza máxima, seguiremos realizando una sesión a la semana de fuerza máxima, para así poder mantener el aumento conseguido durante los 5 primeros meses. Este entrenamiento finalizará 4 semanas antes de nuestro pico de forma. Las pérdidas en esta semanas es mínima y debemos de ahorrar la mayor cantidad de energía posible de cara a poder entrenar al 100% sobre la bicicleta y recuperar de la manera más rápida posible
El entrenamiento de volumen sigue creciendo gracias al aumento del entrenamiento de calidad. Lo que hacemos en este periodo, es mantener el tiempo de entrenamiento a nivel aeróbico, pero aumentamos el tiempo de entrenamiento a nivel anaeróbico, dando lugar a un aumento total del tiempo y por lo tanto de los kilómetros. El objetivo es que al final de esta etapa el ciclista alcance unos valores de rendimiento casi definitivos.
Tenemos que tener especial cuidado durante los primeros años de sub 23 debido a que el ciclista le falta experiencia y tolerancia a la acumulación de esfuerzos.
El número de competiciones dependerá del grado de experiencia en la categoría, sin exceder de 40-45 días. Pero desde estas páginas nos gustaría que los directores deportivos no quemen a los chavales haciéndoles correr de vuelta en vuelta. Un ciclista, aunque sea un profesional, debe de tener como mínimo una semana de recuperación tras la disputa de una vuelta de unos 4-6 días de duración. De lo contrario el ciclista no será capaz de asimilar y recuperarse del esfuerzo realizado.
Élite
El ciclista finaliza su formación, conociendo sus cualidades y limitaciones. Es capaz de asimilar grandes sesiones de calidad durante los entrenamientos. Debido a este factor las sesiones de entrenamiento siguen aumentando su duración. Pero a la hora de diseñar las sesiones de entrenamiento, no debemos del olvidar que el ciclista a partir de los 28-29 años tiene una recuperación más lenta, por lo que debemos de diseñar las sesiones lo más individualizadas posible.
La preparación del trabajo de fuerza será la misma que en la etapa anterior, con la salvedad de que demos de adaptar las cargas de entrenamiento.
Los días de competición estarán comprendidos entre 45-55 días, más días será forzar demasiado el organismo y no por meter más competición vamos a rendir más. La recuperación entre vueltas debe de ser de una semana como mínimo y si el ciclista el élite UCI y finaliza una vuelta de tres semanas necesitará como mínimo 15-20 días para recuperarse totalmente del esfuerzo realizado.
La etapa fantasma
Es la etapa que sufre el deportista una vez que abandona el deporte de competición. Es una fase que no se suele tener muy en cuenta ni por el entrenador ni por el entrenado, pero que vemos de vitall importancia para evitar posibles problemas de salud.
Debemos de planificar sesiones con el objetivo de que el deportista no interrumpa de manera brusca el entrenamiento realizado durante años. El trabajo debe de ser multifacético, para hacerlo lo más atractivo posible, con sesiones que poco a poco irán decreciendo en su intensidad.
El problema de esta etapa surge cuando nos planteamos cuando debe de finalizar. Desde nuestro punto de vista no debería de terminar nunca, porque como muy bien sabéis, el deporte es algo que se debe de hacer cada día y tiene que estar dentro de nuestra planificación diaria. De otra manera nuestro cuerpo se resentirá y acabará teniendo problemas por falta de actividad física
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