Una de las acciones más adecuadas, una vez se ha realizado la selección del talento deportivo, es la realización de un chequeo médico, con el objetivo de detectar algún problema físico, lesión o traumatismo, que en el futuro pueda condicionarle el rendimiento o incluso nos resalte si la actividad deportiva de competición puede llegar a ser perjudicial para el deportista.
Gordillo y Apolinario, 1996, muestran que tipo de control lleva a cabo el Centro de Medicina del Deporte de Las Palmas de Gran Canaria.
Historia clínica:
– Antecedentes familiares: enfermedades de los ascendentes más directos y posibilidad de transmisión al deportista.
– Antecedentes personales: Se incluye todo tipo de alteración física que el deportista haya podido tener o que tenga.
– Antecedentes deportivos: Se valora cuantos años lleva compitiendo, que deportes ha practicado, si ha tenido lesiones y de que tipo, motivos de las lesión,……
Biodinámica:
Se evalúa los aspectos relacionados con la evaluación y detección de anomalías estructurales y constitucionales que puedan afectar, positiva o negativamente al sujeto. Hernández-Corvo (1999) consideran como sujetos potencialmente no útiles como talentos deportivos a todos aquellos sujetos de entre 12-16 años en los que se aprecien los siguientes aspectos.
– Disminución de la talla, con alteraciones en la proporcionalidad.
– Predominio endomórfico, fundamentalmente por causas endógenas con marcado sobrepeso.
– Mesomorfia exageradamente baja, con predominio endomórfico o ectomnórfico.
– Alteraciones en las localizaciones de los hombros, con marcada tendencia a la unilateralidad somática.
– Exageradas alteraciones en la configuración de los espacios braquiotorácicos.
– Grandes discrepancias de los troncaters mayores femorales, con manifiesta alteración en la configuración y simetría pélvica.
– Evidente discrepancia en la longitud de las extremidades inferiores (>5 cm).
– Evidente configuración varo o valgo en las rodillas, o alteraciones en las configuraciones.
– Evidente configuración de genu recurvatum en una o las dos rodillas, con manifiesta alteración en las alineaciones entre las extremidades inferiores y cadera.
– Visible alteración en las localizaciones pupilares, o disfunciones auditivas o visuales.
– Alteración manifiesta de las curvaturas vertebrales, tanto sagitales (cifolordótica), como frontales (escolióticas).
– Marcada alteración en las configuraciones de los tránsitos vertebrales.
– Evidente predominio de cavismo o extremos pies planos.
– Marcados estados dolorosos, presuntivos de alteraciones en fases de crecimiento y desarrollo en: los pies, de la tuberosidad tibial, cadera, hombros, columna vertebral, entre otros.
– Manifiestas alteraciones neuro-funcionales, como disturbios de equilibrio, deficiencias auditivas y visuales, problemas de coordinación, ….
– Evidente discapacidad muscular, con síntomas de poca fuerza antebraquial o tracciones.
Exploración física general y por aparatos:
– Examen morfológico o antropométrico: Valoramos la talla de pie y sentado, el peso, la envergadura, los perímetros torácicos (inspiración y expiración), el perímetro abdominal, el somatotipo.
– Examen de la estática y del raquis: Muy importante para conocer las anomalías como son las escoliosis, cifosis o la hiperlordosis. Valoramos el desequilibrio de masas musculares, alteraciones de la columna vertebral, disimetría de miembros inferiores,…….
En este apartado consideramos necesario realizar un análisis de la pisada.
– Examen osteo-articular: Intentamos encontrar alguna alteración de la movilidad articular, valorando fundamentalmente la movilización de las articulaciones y las limitaciones del movimiento.
– Examen cardiovascular en reposo: Para ver en que condiciones tenemos el corazón y ver si este será capaz de soportar un entrenamiento de élite.
– Examen del aparato respiratorio: Auscultación pulmonar, examen de las vías aéreas superiores, la búsqueda de deformidades torácica y test de apnea.
– Exploración de la función respiratoria: Se realizarán pruebas como la espirometría pudiendo obtener la capacidad vital –CV-, el volumen respiratorio máximo por segundo –VEMS-, el índice de Tiffeneau –IT-, la frecuencia respiratoria.
– Exploración de la función cardiovascular en el esfuerzo: Aquí es donde se encuentra el eje central del Control Médico del Entrenamiento.
– Información tras el control realizado: Es el último paso del reconocimiento y es por ello donde tenemos que decidir si la persona está condicionada para la práctica de deporte de élite o para otro tipo de actividad física.
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