Los atletas a menudo utilizan bebidas energéticas como una suplementación pre-ejercicio o pre-competencia, ya sea para mejorar la calidad de la práctica o mejorar el rendimiento deportivo. Si bien durante muchos años se ha utilizado la cafeína como ayuda ergogénica, sólo se han observado beneficios sistemáticos durante las actividades de resistencia, en las que a menudo se reporta que el incremento en el tiempo hasta el agotamiento. Se cree que este retraso en la fatiga está relacionado con la capacidad de la cafeína de alterar el metabolismo del ejercicio mejorando la oxidación de grasas y preservando así el contenido de glucógeno del músculo. Aunque también se ha sugerido que la ingesta de cafeína puede mejorar el rendimiento de fuerza y potencia al mejorar la eficiencia de la contracción muscular a través de la aceleración de la movilización de los iones calcios desde el retículo sarcoplásmico y/o mejorando la cinética de las enzimas regulatorias de la glucólisis, la evidencia que demuestra este efecto ergogénico durante actividades de tipo anaeróbico es limitada.