Os dejamos un artículo muy interesante escrito por el prestigios CoachDavid Roncero , Experto en Inteligencia emocional y Practitioner de PNL . En su tiempo libre entrena para y practica carrera a pie de larga distancia, sintiéndose muy identificado con todos vosotros.
A menudo la gente me pregunta por qué practico deportes de resistencia, en concreto, por qué pasarse horas y horas corriendo por la montaña. Siempre he pensado que lo importante no es por qué haces las cosas, sino para qué las haces. El deporte de resistencia me enseña lecciones que puedo aplicar en el día a día y el día a día me enseña lecciones que puedo aplicar al deporte de resistencia.
Encuentro muchas similitudes entre una carrera de larga distancia y el día a día. Una carrera tiene un pistoletazo de salida, un recorrido y una meta. Cuando arrancamos en la salida tenemos una visión de a dónde queremos llegar y qué pasos tenemos que dar para alcanzar el objetivo. Al principio empezamos con ilusión y fuerza y a medida que van pasando las horas las energías van cambiando: ahora vamos desmotivados porque tenemos que afrontar una gran subida, ahora nos encontramos enfadados porque nos hemos apajarado y no conseguimos remontar físicamente. Todos esos obstáculos o contratiempos que se nos presentan los vamos superando de diversas maneras: para recuperar la motivación puedo premiarme por cada kilómetro recorrido, para evacuar el enfado puedo comprender de dónde surge y gestionarlo.
En nuestra vida cotidiana ocurren situaciones similares. Cuando emprendemos algo nuevo, por ejemplo, cambiarnos de piso o buscar un trabajo nuevo, y damos el pistoletazo de salida sabemos que tenemos que dar unos ciertos pasos para conseguir aquello que nos hemos propuesto. Del deporte de resistencia obtengo capacidades que me apoyan para no desistir y continuar adelante ante las adversidades.
La capacidad de sufrimiento es una de estas capacidades. Aprender que a veces las cosas pueden ponerse cuesta arriba y “aguantar un poco de dolor” durante las carreras hacen que las situaciones adversas del día a día, aunque se pongan complicadas, sean más llevaderas.
Una de las capacidades que más aprecio del deporte de resistencia es la resiliencia. Este concepto, acuñado inicialmente en el ámbito de la ecología, en psicología viene a referirse a la capacidad de sobreponerse a circunstancias muy adversas que nos provocan malestar emocional. Me sorprendo a veces en carrera de la capacidad de volver a un estado de fortaleza cuando las circunstancias se ponen totalmente cuesta arriba.
Prepararse física y mentalmente para el deporte de resistencia requiere de mucha disciplina. Lo realmente duro de este deporte no es tanto el día D, sino todos los pasos que hay que dar para llegar en el mejor estado físico y mental posible a dicho día. En ocasiones, superar la pereza es la suma de estar motivado y ser disciplinado, ya que si un día “toca entrenar” y estoy motivado, la disciplina me dará ese punto extra para no sucumbir a la pereza.
Dicen que los deportistas de larga distancia son personajes solitarios y en parte estoy algo de acuerdo. Lo maravilloso es que en el silencio de esa soledad, uno se encuentra con la única compañía de la que vamos a disfrutar hasta el fin de nuestros días: uno mismo. En ese silencio, surgen muchas conversaciones intensas que hacen que alcances un nivel de autoconocimiento mayor. Es en ese silencio cuando hacemos más caso a nuestro cuerpo y a las señales que éste nos envía. Esta toma de conciencia de nuestro cuerpo provoca que seamos más conscientes de cuáles son nuestras necesidades y que aprendamos a priorizarlas.
Todas estas habilidades, aprendidas con el deporte de resistencia, vitaminan nuestro día a día y nos fortalecen para afrontar todos las cuestas que la rutina nos impone. Con estas capacidades, ninguna carrera es demasiado larga, así como ninguna semana de trabajo es demasiado dura y, si lo es, encontramos cómo seguir adelante paso a paso
Que añadir a todo lo expuesto, nada.
Cuando me preguntan para que hago lo que hago, y no hago mucho…..les digo que una gran ventaja moderna es que no me importa aparcar el coche a 1000m de mi destino,,,,jolín! no esta lejos.
jajaja muy bueno Jose. Vete a mi pueblo que ya verás, si uno tiene que andar 10´ te dicen que está muy lejos :-))) vivimos en una sociedad que es cada vez más cómoda y con más problemas de salud como consecuencia directa
Un abrazo
Somos cómo monjes cistercienses,disciplina,disciplina,disciplina, todos los días, todas las semanas, todos los meses buscando la forma física o buscando otras cosas.Yo lo que se es que cada vez me resulta más difícil de explicarlo a mi familia,dicen que no rijo del todo pero me ven más feliz y mis amigos ahora intentan imitarme.A mi me gusta y sólo lamento no haber descubierto esto antes.
jajajaj muy bueno Manuel, dicen que somos locos, pero luegon intentan imitarnos, ¿por qué será????
Un saludo y gracias por intervenir