Lo creas o no, un cuerpo sano necesita grasas. Sin embargo, determinar la clase y la cantidad correctas de grasa en la dieta, puede ser complicado. Si comes demasiado del tipo incorrecto de grasa, aumentas el riesgo de sufrir problemas de salud. Si no obtienes suficiente del tipo correcto de grasas, el funcionamiento óptimo de tu cuerpo puede verse comprometido. Tomar las decisiones correctas en cuanto a grasas en la dieta ayuda a promover la salud y el bienestar a largo plazo, sin olvidar que tu entrenamiento de ciclismo, triatlón,… será mucho mas eficiente.
Función de las grasas
Al igual que los carbohidratos y las proteínas, las grasas son nutrientes que suministran energía a tu cuerpo. Esto no solamente sustenta la actividad física, sino también mantiene los procesos internos del funcionamiento de tu cuerpo en su nivel óptimo. La grasa es una parte importante de las membranas celulares e influye en la manera en la que los músculos de tu cuerpo responden a la insulina. El colesterol, una sustancia cerosa, parecida a la grasa que se encuentra en cada célula de tu cuerpo, es necesario para la producción de ciertas hormonas. Las vitaminas liposolubles A, D, E y K dependen de la grasa para su absorción y transporte a través del cuerpo. Las grasas también hacen que los alimentos tengan buen sabor.
Ventajas de grasas buenas
Comer grasas no saturadas, que provienen principalmente de fuentes vegetales y son líquidas a temperatura ambiente, es conveniente para la salud de tu cuerpo. Las grasas no saturadas, también conocidas como grasas buenas, reducen la inflamación, estabilizan los latidos del corazón y reducen las lipoproteínas de baja densidad. Este colesterol LDL aumenta el riesgo de enfermedades del corazón. Las grasas poliinsaturadas que se encuentran en alimentos como el salmón, el atún y las nueces contienen ácidos grasos omega-3, las cuales ayudan a reducir los triglicéridos y el colesterol LDL. Los aceites vegetales, incluyendo a los provenientes del maíz (corn), la soja, el cártamo y aceite de girasol, también son grasas poliinsaturadas (PUFAs por sus siglas en inglés). Las grasas monoinsaturadas (MUFAs por sus siglas en inglés) incluyen a los aceites de oliva, de canola y de cacahuate.
Las grasas saturadas y trans
El consumo de grasas saturadas y grasas trans es perjudicial para la salud de tu cuerpo. Las grasas saturadas son sólidas a temperatura ambiente y se encuentran principalmente en alimentos de origen animal, como la carne, la mantequilla, el queso y la leche entera, pero también pueden provenir de plantas tropicales como el aceite de palma y de coco (coconut). Estas grasas elevan los niveles de colesterol LDL, así como los niveles de colesterol total. Las grasas trans se fabrican mediante un proceso conocido como hidrogenación. No sólo elevan el colesterol LDL o malo, sino también el colesterol HDL más bajo, o bueno. Muchos alimentos procesados y envasados son ricos en grasas trans.
Consideraciones de salud
Comprender las diferencias entre las grasas buenas y grasas malas es la clave para hacer mejores elecciones que apoyen la salud de tu corazón y el control de peso, así como la reducción del riesgo de enfermedades crónicas. Revisa las etiquetas para asegurarte de que estás evitando los alimentos llenos de grasas saturadas o trans. Consume menos del 10% de tus calorías diarias de grasas saturadas y sustitúyelas por grasas no saturadas siempre que sea posible. Asimismo elimina las grasas trans de tu dieta
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