A todos nos gusta apretanos, exigirnos el máximo… pero ¿sabés como reacciona tu cuerpo cuándo aumentamos la intensidad? En este post te vamos a ayudar a conocer un poco mejor las diferentes reacciones de tu organismo
A nivel cerebral:
El cerebro sirve par algo más que pensar
Nuestro oído interno y los ojos te darán la información suficiente para poder controlar el equilibrio, percibir la sensación de velocidad y la realización de cualquier tipo de modificación en función de la tecnicidad del terreno. Evitaréis sustos de última hora si sois capaces de mantener la mirada unos 10-15 metros por delante de vosotros
Todos habréis sentido la sensación de quemazón en las piernas cuando nos picamos con un compañero o el camino comienza a empinarse. Al principio comenzamos muy alegres para ir perdiendo velocidad a los pocos minutos, esto se debe a que el ácido láctico a hecho acto de presencia y el PH del organismo comienza a dispararse. Para que el organismo pueda tener un equilibrio interno el cerebro inhibe los impulsos nerviosos hacia los músculos, lo notaréis cuando vuestra pedalada se ve reducida y notáis como no podéis con el desarrollo. Bajad la intensidad unos minutos y veréis como volvéis a estar listo para calentar a tus compeñeros.
El corazón
A parte de ser la parte más romántica de nuestro organismo, gracias a él ajustamos el transporte de oxígeno y alimentos a nuestros músculos, nos ayuda a eliminar los productos de desecho y funciona como la bomba del radiador de un coche para que no nos sobrecalentemos demasiado en nuestras sufridas jornadas
Si simplemente estamos rodando y disfrutando del paisaje nuestro corazón lanza una gran cantidad de sangre en cada latido, este volumen de sangre se mantiene constante hasta que comenzamos a subir el ritmo y percibimos que ya no podemos hablar con nuestros compañeros de grupeta. En este momento nuestras pulsaciones se disparan y el ventrículo izquierdo no es capaz de llenarse con normalidad, disminuyendo el volumen de sangre expulsado en cada bombeo
Los pulmones
Como si se tratase de un fuelle entra y sale aire constantemente para así poder nutrir de oxígeno a nuestros músculos y sacar el dióxido de carbono que nos contamina.
Nada más comenzar a dar vuestras primeras pedaladas notaréis como aumenta vuestra respiración, incluso en ocasiones nos ahogamos a bajas intensidades. ¡Tranquilos! es un proceso de adaptación que en unos 4 – 5 minutos se habrá resuelto.
Llega el calentón del día, nos ponemos a rodar a muerte y notamos como el ritmo de respiración comienza a dispararse. Sino tenemos los músculos implicados en la respiración bien entrenados en pocos minutos cesaréis esa elevado ritmo respiratorio debido al cansancio de los mismos. En la actualidad hay diferentes aparatos para trabajar estos músculos, pero una manera sencilla y rudimentaria sería el colocarnos una venda elástica que nos oprima sólo un poco sobre las costillas y así tengamos que forzar la respiración.
Los riñones
Funciona como la depuradora de una piscina. Seguro que en más de una ocasión habéis orinado antes de comenzar vuestra kilometrada y a los pocos minutos de haber salido volvéis a tener ganas de orinar. Esto se debe a la vasodilatación que se ha producido en los capilares para que pueda llegar más sangre al organismo. Si embargo cuando apretamos nuestros pedales y comenzamos a sufrir se produce el efecto contrario, una vasoconstricción, pero SOLO en la zona de los riñones para así evitar la deshidratación. En jornadas de mucho calor y gran intensidad seguro que habréis notado que no podéis ni orinar cunado llegáis a casa. No olvidéis hidrataros adecuadamente para evitar estos problemas
El páncreas
Un ciclista de BTT es una maquina moldeada por innumerable salidas por el monte con el fin de ir aumentando su productividad. Como tal necesita de energía para ponerse en marcha, por ello el páncreas comienza a aumentar la liberación de glucagón que activa una encima que se encuentra en el hígado para que libere glucógeno al torrente sanguíneo, a la vez que segrega insulina la cual ayudará a que el glucógeno entre dentro de la célula y lo utilice como fuente de energía.
El hígado
Es la fabrica donde se produce y libera la glucosa (glocógeno) al torrente sanguíneo. Cuando rodamos a ritmos medios el glucógeno que se libera es el almacenado en los depósitos que hay dentro de él gracias a la comidas ingeridas con anterioridad a la salida. Cuando comenzamos a aumentar la intensidad y comienza a hacer acto de presencia el ácido láctico, éste se convierte en una fuente fundamental de energía, es sintetizado en el hígado y convertido en glucógeno para después ser eliminado al torrente sanguíneo y ser utilizado por las células en forma de energía, a la vez que equilibra el PH del organismo.
El intestino
Es la zona donde se reparten los distintos nutrientes que hemos ingerido, unos se utilizarán como fuente de energía y otros se desecharán del organismo.
Si quieres no sufrir desfallecimientos de última hora, no lo dudes y aliméntate correctamente, sobre todo el día previo. La gasolina del ciclista son los hidratos de carbono que tienen que constituir sobre el 65% del total de la ingesta alimenticia sin obviar las proteínas que deben de representar aproximadamente el 20% de la ingesta con el objetivo de ayudar a la recuperación muscular y poder aportar una energía de reserva
Si nuestra salida es suave no tendremos problemas a la hora de ingerir cualquier tipo de alimento (barritas, pan con membrillo, fruta, …..) pero ¡ojo! si vamos a meternos caña y vamos a rodar a ritmos superiores a nuestro umbral anaeróbico no abuséis de los productos sólidos, no los asimilaréis correctamente. Para estas situaciones podéis tirar de la ingesta de geles de corta-media asimilación cada 15-20 minutos. No hay que tomarse el gel entero si es de gran cantidad sino en por porciones y aompañado siempre de agua para una mejor asimilación y ayudar a que nuestros depósitos de glucógeno no se vacíen considerablemente. Si la carrera va a durar más de 2h os aconsejamos que dividáis alguna barrita energética en varios trozos para así engañar al estómago y evitar posibles retortijones
Las articulaciones
Sino fuera por ellas nuestra maquina humana no podría desplazarse. Para nosotros una de las más importantes es la articulación de la rodilla, que es una de las más vulnerables debido al gran trabajo que realizan, para evitar dicho problema debemos de intentar pedalear con una cadencia óptima (85-100 pedaladas por minuto). En ocasiones pecamos de ir atrancados y con ello lo único que conseguimos es aumentar la presión que realizan los músculos del cuadriceps contra la rótula.
El codo es otra articulación a cuidar ya que actúa de amortiguador natural frente a las irregularidades del terreno
¡OJO! Con la posición de las manetas ya que la mano debe de quedar en prolongación con el codo, de lo contrario presionaremos sobre el túnel carpiano dando lugar a un posible hormigueo en los dedos e incluso puede que se nos duerman.
No debemos de obviar el estiramiento de toda la musculatura en general ya que de esta manera podremos utilizar todo el rango articular de manera correcta y no desperdiciar ni un ápice de fuerza.
Los músculos
Es la parte motora del ciclista, gracias ellos podemos transmitir la fuerza a los pedales incluso algunos hasta a doblar las bielas. Está constituido principalmente por tres tipos de fibras (las lentas, intermedias y rápidas).
Cuando rodamos placidamente utilizamos principalmente las lentas que tienen una gran capacidad de resistencia y en su aporte energético prima la vía lipídica debido a su bajo contenido en glucógeno consiguiendo con ello una mayor duración del ejercicio.
Si comenzamos a aumentar el ritmo pero aun podemos conversar es que estamos utilizamos conjuntamente las fibras lentas con las intermedias que tienen un mayor contenido en glucógeno pero su resistencia disminuye en relación a las lentas.
Llega la subida fuerte del día y nos picamos con nosotros mismo para bajarle unos segundos en relación a la última salida. Es el momento de que actúen las fibras rápidas caracterizadas por un alto contenido en glucógeno pero una resistencia muy pequeña, no podremos hacer uso de ella nada más que para momentos puntuales. Espero que os haya dado tiempo de bajar esos segundillos
Los tendones
Raro es el ciclista que no ha sufrido en alguna ocasión una tendinitis rotuliana. Esto tiene lugar generalmente por un esfuerzo para el cual el tendón no está preparado debido a que son el nexo de unión entre los músculos y los huesos para así transmitir la fuerza de la contracción muscular.
Para evitar problemas de este tipo debéis de calentar correctamente, hacer una progresión en kilómetros a la hora de configurar vuestras salidas y si tenéis tiempo sería muy recomendable pasarse algún día por el gimnasio y compaginar los ejercicios excéntricos y concéntricos con los isométricos que son con los que se obtienen los mejores desarrollos del tendón.