– Si la frecuencia cardiaca es irregular el intervalo RR variará de forma irregular en intensidades mantenidas, orientándonos de posibles arritmias (alteraciones del ritmo cardiaco).
– Monitorizar el progreso de un entrenamiento o de una actuación rehabilitadora tras un periodo de lesión.
– Valorar la condición física y la capacidad funcional del deportista para la realización del entrenamiento más apropiado y seguro.
– Valorar la posibilidad de tener una cardiopatía; permite por tanto una valoración diagnóstica.
– Motivar a los deportistas al comprobar mejorías en los resultados de pruebas sucesivas.
– Valorar el seguimiento en deportes específicos para la estimación del estado físico y nutricional.
Recomendaciones médicas
-Realizaos previamente a la prueba de esfuerzo un ECG (electrocardiograma) y la prueba debe de realizarse bajo la supervisión de un médico que valorará clínicamente los síntomas y signos que aparecen durante la realización de la misma.
-En las 3 horas previas a la prueba de esfuerzo el deportista no debe comer, beber alcohol ni fumar.
– Debéis tener un reposo deportivo 12h antes de la prueba, no realizando ejercicio físico inhabitual, y en las 48 h previas se deben de excluir entrenamientos de alta intensidad.
– Cuidad vuestro corazón con una dieta mediterránea equilibrada y sana; rica en fibra, antioxidantes, AAGG poliinsaturados y Omega3
– Las dietas líquidas proteicas, una notable disminución de la ingesta o anorexia, determinados antibióticos y la disminución electrolítica de calcio, magnesio y potasio, producen el enlentecimiento de la recuperación ventricular para la siguiente contracción cardíaca.
– Para evitar deshidrataciones no olvidéis una adecuada hidratación oral.
– Anotad en vuestro calendario controles analíticos para valorar posibles estados carenciales y necesidades nutricionales.
Principales beneficios cardiovasculares del entrenamiento físico monitorizado:
Controlar los factores de riesgo:
– Disminuye la tensión arterial
– Aumenta el nivel de HDL (colesterol bueno)
– Disminuye el nivel de TG (triglicéridos, que forman parte del colesterol malo)
– Mejora la tolerancia a la glucosa
– Disminuye la ansiedad y mejora los estados depresivos.
Mejora la capacidad funcional cardiorrespiratoriaDisminuye la morbilidad (aparición de enfermedades cardiovasculares)