José Martín es un cicloturista de Petrer que ama la bicicleta y el ciclismo como he visto en pocas personas, a pesar de sus edad tiene más motivación que un juvenil como suelo decirle y una fuerza de voluntad excepcional. Este año tenía como objetivo la Quebrantahuesos y la Marmotte y en ambas ha conseguido muy buenos resultados. Hay que tener en cuenta que trabaja mañana y tardes, incluso los sábados por la mañana y tiene una familia. El pásado fin de semana corrió junto con Alex La Marmotte y nos narra de manera resumida su experiencia
Cuando muchas veces te inscribes en una prueba, vemos los perfiles, la dureza y no pensamos en el palizón que nos vamos a meter por que nos mueve más la pasión y el corazón ,que el pensar a que nos enfrentamos, pero hay esta la motivación para entrenar y la ilusión por los retos que nos marcamos.
Después de pegarnos 14 horas de furgoneta llegamos a los Alpes, el paisaje ya cambia radical y todos son montañas altísimas, todo verde y muchos ríos, una maravilla.
Teníamos el hotel en Alpe d’Huez, así que había que subir el puerto mítico del Tour de Francia y comprobaríamos si es de verdad tan duro. Pues si!! Giro a la izquierda y un pedazo de rampa al 10%, que la furgoneta subía asfixiada en segunda y así las 21 curvas hasta llegar a lo alto de Alpe d’Duez.
Al llegar arriba ya se respiraba el ambiente ciclista que mueve una marcha de estas.
El viernes aprovechamos Alex y yo para rodar un poquito y hacernos algunas fotos en los carteles que indican puertos como Lauteret, Galibier, Glandom. Este mismo día recogimos dorsales, paseamos una rato con la familia y ya empezaban los nervios previos a lo que se nos venía encima.
Sábado 6 de Julio ,el día esperado, 5:30 de la mañana, nos levantamos y a las 6:00 desayunamos , después repasamos todo, y bajamos a Bourg-D’Oisans, pueblo que esta al bajar Alpe d’Duez ,del cual tomaríamos la salida.
Salimos a las 8:00 de la mañana, unos 15 kms llanos de rodar que vinieron muy bien para calentar motores y para darme cuenta que tenia muy buenas piernas lo cual me alegro mucho por lo que estaba a punto de venir. Tipico cartel del tour “Somet 22 km” Col du Glandom(1.918m), puerto largo y duro, solo que a mitad tiene una pequeña bajada para luego volver a subir, el único susto pare a coger agua y se me callo la bici por el lado del cambio, doblándose ,tuve que parar y enderezarlo con la mano, la suerte es que se quedo bien y ya no me dio problemas, pero el corazón se te pone a mil por hora pensando que te quedas hay ya. Coronamos y hay la organización con buen criterio deja de contar el chip, ya que la bajada es muy peligrosa y aun así vi varios ciclistas con serias caídas. Una vez bajo y antes de pasar por el control del chip, aproveche para comer una barrita, quietarme manguitos y chaleco, ya que el calor era ya insoportable. Unos 20 km rodando para llegar a la ciudad de Saint Michel de Maurienne, donde empezabamos la ascensión a otro mítico puerto el Col du Telegraphe(1.570m),12 km de rampas constantes entre el 7 y el 8% con casi ya 30 grados de calor, vistas espectaculares y pensando que lo siguiente era el coloso Galibier(2.642m) 18 kms ,uno de los puertos mas altos que puede subir un ciclista. Coronamos Telegraphe y una pequeña bajada hasta Valloire, a recuperar fuerzas, comer y llenar bidones de nuevo, ya he perdido la cuenta de los que me he bebido, y comenzamos la ascensión del Galibier, hasta los 2.000 mts a una media del 6%, al llegar a Plan Lanchat a una media del 8% con rampas en algunos puntos del 11 y el 12%, a mi particularmente lo de altitud no me afecto, a partir de los 2.000 mts, ya no había vegetación y parecía un paisaje lunar, a falta de 1 km la furgoneta del nuestro equipo con una pancarta dándonos ánimos y fuerza parda, me puse de pie y apreté los dientes hasta coronar y ver a la familia arriba del todo animándonos.
Pare a dar besos y abrazos , además de hacerme una foto con mi hija delante de la señal del Galibier, eso no tiene precio. Me coloque un periódico en el pecho y a afrontar una bajada brutal de 50 kms con todos los sentidos ya que es muy fácil salir volando. Una vez descendí Galibier + Lauteret, tuve mucha vista de ver dos chicos ,uno de ellos sin dorsal, pero que hacia de liebre del otro, y el tío rodaba a 45 por hora ,así que me dije esa rueda es la buena, comenzamos a pasar ciclistas y grupos y volando llegamos a Bourg D’oisans,con casi 7 horas en las piernas y quedaba el Alpe D’Duez, el puerto que la furgoneta subía en segunda y asfixia, salimos del pueblo, la gente animándonos como si fuera el Tour de Francia ,rotonda recto, giro a la izquierda y rampón al 11% para abrir boca, quito el plato y comienzo a subir piñones, voy cogiendo ritmo y controlando las pulsaciones para no quemar demasiada gasolina, además de que el calor apretaba muchísimo. 1900mts y 21 herraduras numeradas hasta coronar, pendiente media de casi el 9%, con rampas del 11 y 12%, mantuve un ritmo constante de velocidad, cadencia y pulso, los kilómetros eternos ,no pasaban, a falta de tres, subí un poquito el ritmo y cuando quedaba uno ,entrando en Alpe D’Huez, los ánimos del publico te dan fuerza y hasta metí el plato y sprintamos los que íbamos para entrar en la meta con los brazos en alto, por que acabar esa tortura nos hacia a todos campeones.
Cuando me dieron el diploma 7 horas 59 minutos, medalla de oro, pues no estaba nada mal, para ser mi primera participación y regular mucho por no saber lo que te venia encima, digo para ser mi primera participación por que ya estoy deseando repetirla.
Después te quedas pensando en todo, intentando revivir lo que has sufrido y vivido.
Otra cosa que me di cuenta fue lo bien entrenado que estoy, ya que no estaba muerto al acabar, cansado pero entero y eso es gracias a DESABI y a la persona de Juan de la Torre, que ha sabido durante el año entrenarme sin agobiarme y con ganas de mas y de tratarme personalmente como un buen amigo que lo es, cuando tienes esos pequeños bajoncillos, que ya sabemos lo mala que es la cabeza en el deporte cuando se te cruzan los cables.
Esta prueba la recomiendo a todos los amantes del ciclismo, por lo menos hacerla una vez en la vida, os sentiréis ciclistas de verdad y llevaréis vuestro cuerpo al limite, eso si! ni se os ocurra ir sino estáis preparados.
Lo peor para mi que al día siguiente nos quedaban 14 horas de vuelta a casa. En la mente ya la motivación necesaria para volver el año que viene.