Ayer vi un artículo en La Vanguardia que me resultó muy interesante y os lo quiero dejar en estas líneas. Se merece una gran reflexión con todo el boom que se está produciendo en la sociedad con el deporte. El artículo se centra en todos aquellos «gurús» que con un cuerpo 10 ó con unos resultados muy buenos, peor cero formación, crean sus grupos de entrenamientos ya sea física o de manera on line con el fin de que sus métodos sean utilizados por personas que idolatran de alguna persona a este Guru por sus resultados fisicos o deportivos. Pero como dice el artículo, «Son buenos animadores, pero sus pautas son más peligrosas que estimulantes»
Lucen piernas fuertes y estilizadas, tableta abdominal, brazos bien torneados y una amplia sonrisa, que a menudo roza la carcajada. Enfundados en piezas de ropa ajustada que resaltan su silueta, en biquini, en top o en bañador, están estupendos y lo saben. Y, además, han decidido impartir lecciones de felicidad a través del deporte en las redes sociales.
El culto actual por una vida sana y saludable, llena de zumos detox y deporte a partes iguales, y la influencia de las redes sociales han encumbrado a la categoría de semidioses a personajes que hacen gala del fitness y del deporte extremo.
Y aunque hay cuentas protagonizadas por verdaderos especialistas deportivos, entre el enjambre de influencers de la fitspiration (inspiración por el fitness) hay oportunistas que aprovechan el deporte para lucir palmito, músculos y vender sus productos.
“La mayoría de las personas de éxito en las redes sociales que promueven la práctica de ejercicio físico ya gozaban de buena salud y de un buen tipo antes de abrirse una cuenta”, asegura Jorge García Bastida, preparador físico y profesor de la Universidad Internacional de la Rioja y del Tecnocampus de Mataró.
Es decir, seguramente su apariencia no sería muy distinta a la que lucen mientras corren, saltan, practican sentadillas o trabajan los abdominales. En demasiadas ocasiones se trata de “un culto al cuerpo y no a la salud”, reconoce el especialista.
Un estudio publicado recientemente en la revista International Journal of Eating Disorders ha examinado el impacto del fitspiration en 101 mujeres de entre 18 y 48 años que subían imágenes con esa etiqueta en Instagram, frente a otro grupo de 102 mujeres de la misma edad que publicaba fotos de viajes.
En ambos grupos los especialistas han constatado un riesgo de deporte compulsivo y de trastorno de la conducta alimentaria, aunque en el conjunto de las mujeres deportistas el riesgo de anorexia o bulimia se ha revelado cuatro veces superior al de las viajeras (17,5 % respecto a 4,3%).
“La mayor parte de la gente necesita una motivación para ponerse a hacer ejercicio y esto los gurús lo hacen muy bien”, reconoce García Bastida. Son buenos animadores, pero si sus lecciones no se basan en el conocimiento científico aprobado, sus pautas son más peligrosas que estimulantes.
En primer lugar, porque en ocasiones ellos mismos hacen mal los ejercicios. En segundo lugar, porque cada vez más se ha visto que una rutina deportiva se tiene que individualizar, no valen las generalizaciones, porque cada persona tiene un cuerpo distinto, con o sin lesiones y con unas habilidades u otras.
Y finalmente, porque hay ejemplos de gurús que recomiendan “productor peligrosos, como los esteroides”, advierte el instructor. De hecho, varios estudios han alertado en los últimos años sobre el aumento del consumo de estas sustancias en España.
Al igual que con la alimentación, “para el deporte queremos una receta milagrosa, una pastilla” que nos modele el cuerpo y nos mantenga perfectos, lamenta Jorge García Bastida. Pero la realidad es tozuda y requiere esfuerzo. Un cuerpo tonificado y sano se consigue siguiendo las pautas de especialistas acreditados.
“La salud no puede ser una moda”, avisa. Una tendencia que se nutre de un desconocimiento generalizado por la cultura del deporte y de la alimentación, como pone de manifiesto el elevado sedentarismo que registra España actualmente. Y así es como es fácil engancharse a cuentas de personas estupendas y sonrientes que lo dan todo por modelar el cuerpo y, además, gratis (“a no ser que solicites una dieta o un programa deportivo, que entonces cobran animaladas”, previene el especialista).
“No existen milagros ni pastillas que prometan un cuerpo tonificado y sano” por Jorge García Bastica
Fuente: La Vanguardia
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