Efectos Negativos de la Hipohidratación
En el presente artículo se discuten los efectos negativos con frecuencia asociados con la hipohidratación y examina la efectividad de los diferentes procedimientos de Hiperhidratación y su efecto sobre el rendimiento. Además, este artículo presenta alguna de las precauciones a considerar cuando se utilizan regímenes de Hiperhidratación inducidos con glicerol. (Lo trataremos en tres artículos).
Durante el ejercicio, especialmente con una alta carga de calor, la utilización de una táctica apropiada de hidratación es crítica para mantener un óptimo rendimiento y para evitar las enfermedades relacionadas con el calor. En adultos son comunes tasas de sudoración de aproximadamente 1 litro por hora, y estas tasas son influenciadas mayormente por la intensidad del ejercicio y por las condiciones ambientales. Para evitar la hipohidratación, se debe consumir un volumen suficiente de fluidos en el momento apropiado. La hipohidratación puede afectar negativamente la termorregulación, la función cardiovascular y el metabolismo. Durante el ejercicio, el cuerpo trata de eliminar el calor producido por el metabolismo y el calor proveniente del ambiente. Si no existe una barrera de vapor que limite la sudoración, esta desempeña un rol predominante como mecanismo de enfriamiento, especialmente durante ejercicios en ambientes calurosos. Cualquier factor que limite la evaporación, tal como la hipohidratación en combinación con un ambiente caluroso y húmedo, contrarrestará las funciones fisiológicas normales.
Diversos estudios han demostrado que el ejercicio en ambientes calurosos y secos en estado de hipohidratación reduce el flujo sanguíneo hacia la piel y la tasa de sudoración corporal total, y por lo tanto, la capacidad de disipar calor. De esta manera, no es sorprendente observar que una pérdida de fluidos de hasta un 3% del peso corporal provoque un incremento significativo de la temperatura muscular y central. Además del impacto término, el sistema cardiovascular también se ve afectado por la hipohidratación. Montain y Coyle han demostrado que la hipohidratación afecta en gran medida la función cardiovascular incrementando la frecuencia cardíaca y reduciendo el volumen latido para una intensidad submáxima dada. Estos investigadores también han demostrado que el nivel de impacto cardiovascular y térmico es proporcional a la magnitud de la hipohidratación. La hipohidratación también afecta el metabolismo. Hargreaves et al la hipohidratación afecta el metabolismo durante el ejercicio resultando en un incremento en la tasa de degradación de glucógeno y en una mayor acumulación de lactato. Estos investigadores demostraron que el incremento en el metabolismo de los carbohidratos con la hipohidratación se debe a una mayor activación simpática (incremento en la concentración de epinefrina circulante) y a la mayor temperatura muscular.
Además de los cambios fisiológicos, la hipohidratación también puede afectar de forma adversa al rendimiento. Diversos estudios han demostrado que tanto el nivel de hipohidratación como las condiciones ambientales influencian la capacidad aeróbica máxima. En condiciones templadas, el déficit crítico de agua para la reducción de consumo máximo de oxígeno es del 3% del peso corporal, mientras que en condiciones calurosas, incluso una pérdida de peso corporal mínima a moderada (2-4%) puede derivar en una gran reducción del consumo máximo de oxígeno. El rendimiento en ejercicios submáximos, por otra parte, se ve desmejorado incluso con menores niveles de hipohidratación (1-2%), aun cuando no se observen alteraciones en el consumo máximo de oxígeno. A diferencia de los efectos de la hipohidratación sobre el rendimiento aeróbico, la relación entre la hipohidratación y el rendimiento anaeróbico es inconsistente y no se relaciona tan claramente con una pérdida crítica de peso corporal.
Diversos estudios han demostrado que el rendimiento anaeróbico se ve afectado a menores niveles, cuando los procedimientos de hipohidratación involucran ejercicio y una alta carga de calor más que solo la restricción de fluidos. Los estudios que han examinado los efectos de la hipohidratación sobre la fuerza muscular han demostrado que la reducción del rendimiento casi siempre ocurre a niveles de hipohidratación del 5% o más del peso corporal, especialmente en situaciones en se repiten esfuerzos cercanos al máximo o se realizan esfuerzos sostenidos por más de 30 segundos.
Continurá…
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