Los deportistas normalmente se esfuerzan mucho para fomentar todos los aspectos de su salud (se entrenan duro, toman comidas equilibradas, reciben atención médica, ……), y sin embargo ingieren deliberadamente agentes sintéticos, muchos de los cuales desencadenan efectos sanitarios negativos que van desde las náuseas, pérdida de pelo, irritabilidad nerviosa, hasta consecuencias graves de esterilidad, disfunción hepática, adicción a las drogas e incluso la muerte por cáncer hepático y sanguíneo.
QUIERO MÚSCULOS MÁS GRANDES
Esteroides anabolizantes
Su origen data del año 1950 y año tras año han ido evolucionando. En la actualidad es uno de los productos científicos más avanzados de los que pueden hacer uso los deportistas. Su uso es ilegal.
Un esteroide anabolizante actúa de forma similar a la testosterona, uniéndose a receptores específicos en el músculo y otros tejidos. Contribuye a las características sexuales secundarias de los varones, incluyendo las diferencias sexuales en cuanto la masa muscular.
Los deportistas que toman estos fármacos combinan múltiples preparaciones de esteroides de forma oral e inyectable, una práctica que se denomina acumulación, aumentando progresivamente la dosis del fármaco durante ciclos de 6 a 12 semanas. El deportista entonces altera la dosis del fármaco y/o lo combina con otros fármacos antes de la competición para minimizar la probabilidad de su detección.
Con el uso de estos productos el deportista puede ser más competitivo, agresivo y resistente a la fatiga. La mejora es posible gracias a los efectos desinhibidotes sobre el sistema nervioso central, permitiendo al atleta entrenar más duro y durante un periodo de tiempo mayor, y gracias a la ganancia de masa muscular, que conllevará a una mayor fuerza. Los estudios sobre este tema son un poco dudosos, pero algunos demuestran que se produce un aumento de la masa corporal y la reducción de la grasa corporal. En las investigaciones realizadas asta la actualidad, no se han demostrados los aumentos de masa corporal, debido a que las dosis utilizadas por los investigadores eran las mismas que utilizaban los médicos con sus pacientes (de 5 a 20 mg) y para obtener cambios a nivel muscular hay que tomar dosis que van de 50 a 200 mg. Cuando se ingieren dosis tan altas, la hormona cortisol aparece en escena. El cortisol y la testosterona se parecen mucho químicamente, de manera que cuando la cantidad de ésta última es excesiva, puede llegar a bloquear los receptores del cortisol y evitar que realice su función normal, es decir, de degradación de las proteínas. De esta manera la esteroides anabolizantes pueden aumentar la masa muscular.
Los esteroides anabolizantes aumentan el tamaño de las fibras musculares introduciéndose en las células del músculo estimulando la producción de proteínas. Tenemos que destacar el hecho de que la musculatura corporal aumenta mucho más que la fuerza muscular, esto se debe, a que la testosterona puede provocar retención de líquidos, hinchando el músculo pero si hacerlo más fuerte.
El uso de esteroides anabolizantes en las dosis que los deportistas suelen utilizar dan lugar a importantes efectos secundarios. A continuación enumeramos los problemas más graves:
Una dosificación prolongada puede dar lugar a un deterioro en la función endocrina de la testosterona. Otras alteraciones hormonales y en especial en los hombres se pude dar un aumento de la concentración de estradiol, la principal hormona femenina. Por este motivo algunos deportistas tienen un desarrollo excesivo de las glándulas mamarias, llegando a segregar leche en algunas ocasiones.
Se puede producir un aumento de la próstata.
Debido a la disminución del C-HDL (colesterol de la proteínas de alta densidad y conocido como colesterol bueno)) y al aumento del C-LDL (colesterol de las proteínas de baja densidad, colesterol malo) se produce una descompensación en el consciente entre ambos valores, dando lugar a una disminución del mismo y con ello a un aumento del riesgo de padecer problemas cardiacos. Se necesitan 8 semanas sin consumir esteroides anabolizantes para que los niveles de C-HDL vuelvan a sus valores normales.
Dado que el hígado es el órgano que metaboliza los andrógenos casi exclusivamente, es muy probable que se produzcan daños a largo plazo. Una lesión muy común es la conocida con el nombre de púrpura hepática, que son lesiones localizadas donde se producen acumulaciones de sangre. En casos extremos el hígado deja de funcionar o se produce una hemorragia intraabdominal y el deportista fallece. Estos problemas pueden suceder incluso cuando el médico administra una dosis recomendada.
Su uso interfiere en el funcionamiento del sistema inmunitario.
En las mujeres, incluso con dosis muy pequeñas pueden aparecer características de masculinización, interrupción del periodo, aumento de las glándulas sebáceas, aparición de acné y bello corporal, disminución del tamaño de las mamas y un aumento del clítoris.
Aparición de cáncer de cerebro e hígado, episodios de hostilidad y agresión.
Algunos de los esteroides anabolizantes más utilizados son: Dianabol, Andradol, Android-25, Parabolín, Sustanón, Depo-testoserona, Testosterona, Winstrol y Androdern Activasa, Nutropin, Dexedrine y Ritalín.
LA SANGRE DE LA VIDA
Dopaje sanguíneo:
Este tipo dopaje comenzó a ser utilizado por los deportistas escandinavos a principios de 1960 y consiste en la extracción de sangre (sobre 1 litro) varios meses antes de la competición principal. La sangre tiene que estar en perfecto estado y sin ninguna carencia antes de ser extraída.
Con el objetivo de ir afinando la puesta a punto de cara a la competición, sometemos al organismo a un gran desgaste y con ello nuestro torrente sanguíneo va sufriendo un déficit en componentes como el hematocrito, la hemoglobina, …… Unos días antes de la competición e incluso durante el transcurso de la misma, si son varios días los que dura la competición, se procede la transfusión sanguínea y de esta manera la sangre se “rejuvenece” y el deportistas va a ver incrementado su rendimiento debido principalmente a que el transporte de oxígeno se ve aumentado, lo que dará lugar a una recuperación más rápida y a disponer de un puntito más en los momentos de máximo esfuerzo.
La eritropeyetina
Hizo acto de presencia a finales de los años ochenta y se conoce con el nombre de EPO. Es una proteína producida en los riñones con el objetivo de aumentar el número de glóbulos rojos (hematocrito) que nos ayudarán al transporte de las moléculas de oxígeno gracias a que éstas, se unen a una molécula que se encuentra dentro del glóbulo rojo llamada hemoglobina. El problema que ocurre con esta práctica no es otro que el aumento excesivo del número de glóbulos rojos, debido a que esto conlleva a un espesamiento de la sangre y con ello a una mayor dificultad del transporte de ésta a través del torrente sanguíneo, dando lugar a que el corazón tenga que realizar un mayor esfuerzo a la hora de bombear la sangre y distribuirla por le cuerpo. Cuando la densidad es muy grande, el corazón no es capaz de bombear la sangre y acaba parándose, dando lugar a la muerte del deportista. Es por ello que en los controles de hematocrito no se deja que el deportista supere el 50% o en el caso de los esquiadores un 52%.
El porcentaje que se ha elegido, ha sido fuente de polémica y de grandes discusiones entre la comunidad científica. No siempre que se pase del 50% quiere decir que el deportista haya dado positivo. Cuando en un control, un deportista supera estos niveles, lo primero que se le realiza es inhabilitarle durante un periodo de 15 días, con el objetivo de que disminuya el porcentaje de hematocrito. Una vez finalizado el periodo de descanso, tienen que volver a realizarse un segundo control, para comprobar que el hematocrito se encuentra por debajo del límite establecido.. Hay que destacar que a cualquier deportista que da un porcentaje de hematocrito superior a los niveles permitidos, además de inhabilitarlo temporalmente se le hace un control de EPO, para descartar el uso de dicha sustancia.
El hematocrito puede variar hasta un 1,5 % en 30 minutos, según se den ciertos acontecimientos. Si nos deshidratamos y teniendo en cuenta que el mayor componte de la sangre es el plasma (compuesto formado principalmente formado por agua), éste se verá reducido y con ello el valor del hematocrito aumentado (la sangre se espesa más).Es muy normal que un deportista se deshidrate en carrera y por ello los controles de hematocrito se suelen realizar a horas muy tempranas de la mañana. Por este motivo, gran parte de los que consumen estos productos, beben mucho líquido e incluso duermen con suero intravenoso, con el fin de diluir más la sangre y en caso de que tengan que pasar el control, la probabilidad de que de dar una tasa alta de hematocrito disminuya. En segundo lugar y no por ello menos significativo influye la posición corporal. Según una investigación realizada por Gore y col (1992), un deportista puede llegar a tener una disminución de 6% del volumen plasmático (aumento del 1,5 % del hematocrito) a los 30 minutos de pasar de estar sentado, al estar de pie. Si un deportista está sentado y tiene un volumen sanguíneo de 6 litros y el hematocrito en posición de sentado del 49%, entonces la sangre estaría compuesta por 2,94 litros de glóbulos rojos y de 3,06 litros de plasma. Después de 30 minutos de pie, se produce la reducción del 6% del volumen plasmático incrementándose el hematocrito hasta el 50,5%. Esto se debe a que cuando se está de pie se tiene una mayor presión sanguínea que cuando estamos sentados o acostados. La mayor presión sanguínea cuando estamos de pie viene asociada al movimiento de fluido intravascular (plasma) hacia los compartimientos intersticiales y con ello disminuya el volumen plasmático en la sangre.
Continurá…
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