Después de una temporada larga, llena de competiciones y de entrenamientos insufribles de triatlón, ciclismo,… siempre llega el deseado descanso. Esta fase es igual o incluso más importante que el periodo del año donde se realizan las series más duras para afinar lo máximo posible.
La recuperación es un proceso básico de regeneración de reequilibrio celular y de sistemas, que tiene lugar tras las modificaciones sufridas por el desarrollo de una actividad física intensa. La recuperación cumple una serie de funciones, las más destacadas son:
– La normalización de las funciones.
– Restauración de los niveles energéticos con un periodo temporal de supercompensación de los mismos.
– Normalización del equilibrio homeostático.
– Función de reconstrucción, particularmente de las estructuras celulares y del sistema enzimático.
A estas funciones debéis añadirle la recuperación psicológica. La temporada es muy larga, cargada de competiciones y de entrenamientos insufribles generando un desgaste psicológico es muy grande. Durante este periodo tenéis que intentar desconectar de lo que habéis estado haciendo para dar un respiro a vuestra mente y recuperar la motivación por la competición. Si le preguntamos a la mayoría de los deportistas a principios de año sobre que les motiva más para entrenar, tendríamos un respuesta muy clara, “el quedar alante en las competiciones”, y si esa misma pregunta se la hacemos en los meses de julio – agosto, nos dirán, “ya solo pienso en que llegue septiembre para así desconectar de todo esto”. Y si hablamos de deportistas profesionales el factor psicológico aún se agrava más debido a que los contratos no son por largas temporadas, el que tiene suerte tiene como mucho dos años firmado lo que genera una gran inestabilidad laboral aumentando el cansancio psicológico.
El descanso es parte de la preparación física, pero en ocasiones no le damos la suficiente importancia. Cuando leemos investigaciones podemos darnos cuenta de que la mayoría de las publicaciones sólo se centran en como entrenar alguna determinada capacidad, pero en pocas ocasiones leemos sobre como afrontar el descanso después de una temporada. Si hacemos un estudio en un grupo de deportistas nos daremos cuenta que cada uno hace una cosa durante estas semanas de descanso.
Después de muchos años viendo como descansan los deportistas, he llegado a la conclusión de que el deportista descansa más de la cuenta. El descanso debe de durar unas dos semanas, durante las cuales el deportista hará una recuperación activa, de 14 días se entrenará 3 – 5 días. De esta manera el cuerpo no sufrirá el gran impacto que conlleva el para bruscamente. Al igual que para ir cogiendo la forma, teneis que ir haciendo entrenamientos de intensidad con cargas cada vez más acentuadas, durante el descanso tenéis que hacer una desadaptación poco a poco. Es más, no debemos de alargar mucho el periodo de descanso para así no perder todas las adaptaciones conseguidas durante la temporada y de esta manera poder iniciar la temporada siguiente un escalón por encima de la anterior.
Durante estos 14 días realizaremos entrenamientos principalmente de carácter aeróbico favoreciendo así los procesos de regeneración del organismo. Estaría muy bien una escapadita a un balneario o a algún centro de recuperación. La permanencia en alturas superiores a los 1800m también favorecen la recuperación gracias a la oxigenación que recibe el cuerpo, pero claro está que durante la estancia en altura no podremos realizar entrenamientos por encima del primer umbral.
Entre la infinidad de posibilidades de que dispone el deportista para afrontar con éxito el camino de la recuperación, resulta destacado el papel de los medios físicos en ese proceso. La fisioterapia moderna dispone de una enorme variedad de factores naturales (sol, aire, agua,…) y artificiales que poseen una elevada actividad biológica y curativa. Algunos de los medios mecánicos existentes son, ocasionalmente, englobados dentro del término mecanoterapia. Se basan en el uso de aparatos muy específicos y tecnologías altamente sofisticadas. Entre todos ellos podemos destacar los siguientes
A continuación vamos a detallar a algunos medios para ayudar a la recuperación.
Termoterapia
Consiste en la utilización del calor en cualquiera de sus múltiples técnicas y aplicaciones con fines terapéuticos o rehabilitadores. El calor puede utilizarse por irradación (infrarrojos), por contacto (agua, lodos,…) o por conducción. Gracias a este método podemos suprimir la fatiga, aumentar el tono parasimpático, aumentar las reacciones metabólicas,…
Se usa como mecanismo rehabilitador por su acción sobre el aporte sanguíneo, sobre el metabolismo y el dolor, pero tiene otras más que resultan de interés en la recuperación deportiva, las podríamos resumir de la siguiente forma:
– Vasodilatación.
– Aumento del flujo sanguíneo
– Aumento del metabolismo.
– Aumento de la extensibilidad colágena
– Disminución de la viscosidad
– Variación de la velocidad de conducción nerviosa
– Analgesia
– Reducción del tono muscular
Rayos ultravioletas.
Son técnicas de calor superficiales. Al pasar los rayos a través de la piel intensifican la circulación sanguínea y el tropismo de los tejidos. Varía la permeabilidad de los capilares y de las membranas celulares, activa las enzimas, mejora la absorción de fósforo junto con el calcio por el tejido óseo y normaliza la actividad del sistema nervioso.
Este tratamiento es de vital importancia en países donde la radiación solar es escasa.
Onda corta
Son ondas radiomagnéticas atenuadas que calientan los tejidos cuando lo atraviesan. Los efectos de esta técnica son los siguientes:
– Aumento de la temperatura.
– Reducción de la tensión arterial.
– Vasodilatación arterial.
– Aumento de la eliminación en la linfa.
– Activación del metabolismo.
– Activación de la hipófisis.
– Aumento de la velocidad de la conducción nerviosa.
– Relajación muscular.
Microondas
Tiene un efecto térmico que varia de la onda corta por la menor profundidad de su actuación.
Ultrasonidos
Son frecuencias de sonidos por encima de los límites de audición humana, que por conversión se transforman en calor y producen los efectos característicos de esta técnica. En caso de contracturas por sobrecarga se utilizan los ultrasonidos con los estiramientos
Los principales efectos que tiene la aplicación de ultrasonidos son:
– Separación de las fibras de colágeno.
– Incremento de la temperatura de los tejidos.
– Disminución del dolor.
– Incrementa el flujo sanguíneo y linfático
– Disminuye la velocidad de conducción nerviosa.
– Aumenta la extensibilidad de las fibras de colágeno
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