El término «entrenador» hace clara referencia al entrenamiento, fase en la que el deportista se prepara y adecua para disputar una prueba. A priori es lógico pensar que un deportista puede prepararse solo; sin embargo, el entrenamiento exige numerosos conocimientos que van más allá de la propia aptitud y adecuación físicas. Dado que esta preparación puede referirse a una única prueba o a una temporada donde se disputan varias de esas pruebas, en cuyo caso se deberán dosificar las sesiones y plantear distintos tipos de entrenamiento en función a las necesidades, la presencia del entrenador facilita, e incluso asegura, un nivel de competitividad óptimo.
Además de la propia preparación física y técnica, el entrenador puede ejercer una labor psicológica, aportando un apoyo importante al deportista, sobre todo en competiciones de gran desgaste anímico y emocional.
Un entrenador además de tener las funciones de mejorar la condición deportiva y la labor psicológica tiene como principal función velar por la salud del deportista. Esto no debéis de olvidarlo. La mayoría de los deportistas que buscan un entrenador sólo buscan mejorar físicamente, pero no podéis olvidar que cuando os mandan series, días de fondo,… vuestro organismo sufre unas modificaciones fisiológicas que si no se planifican bien pueden dar lugar a problemas cardiacos, musculares,…
Cuendo busquéis un entrenador tenéis que tener muy presente que sea un profesional. La única manera de garantizaros que sea un profesional no es otra que poneros en manos de Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Un porcentaje muy alto de la gente que dice ser entrenadores no son licenciados y sólo poseen un titulo expedido por una federación y que le faltan muchos conocimientos para poder ejercer de entrenadores. Estos cursos son creados por las federaciones con el único fin de poder tener unos ingresos y no se preocupan de mucho más. Es más, la mayoría de los cursos ni si quiera son oficiales, una federación no tiene ninguna potestad a nivel educativo por lo que un curso aunque lo realice una federación no tiene ningún valor legal a no se que tenga el visto bueno del Ministerio de Cultura. Pero el problema surje cuando el Ministerio les pide que tiene que tener «X» horas que son muchas más de las que la Federación estipula, lo que hace que no cuenten con su apollo debido a que poca gente quiere hacer un curso que les lleva tantas horas y lo que ellos quieren es el negocio de tener muchos inscritos.
El trabajar con deportistas conlleva unos conocimientos en fisiología del ejercicio que ni por asomo se tiene en cuenta en los cursos de entrenador, dejando muy coja la formación de estos «entrenadores». Cuando he dado cursos o charlas he podido ver la poca formación que tienen muchos de estos entrenadores y aluciono como la gente pone sus cuerpos en las manos de estos «profesionales». Muchos creen que saben, pero están a años luz de lo que es entrenar. Os pongo un ejemplo. En una de las charlas que he dado un chico de los asistentes hablaba como si él fuera el mejor entrenador del mundo, presumía de cuanta gente entrenana y se reía de que no había que ser licenciado en CCAFYD. Como sabía tabto teníamos que exprimir su sapiencia, así que lo saqué a la pizarra y le comenté que me diseñase para un corredor un entrenamiento para mejorar la velocidad. El subió y escribió el entrenamiento. Lo que había puesto en la pizarra estaba muy bien y ahora le pregunto «¿qué modificaciones fisiológicas se producen con este entrenamiento?», claro está el chico no tenñia ni idea de que contestar y se puso colorado. Mi segunda pregunta fué «¿cómo eres capaz de aventurarte a entrenar a gente y jugar con su corazón, pulmones, arterias, capilares,… si no sabes qué sucede dentro del deportista?» Tampoco pudo contestar porque una persona que hace un trabajo así lo único que hace es engañar a la gente. Puede que haya gente que consideren duras mis palabras, pero no hay otra manera de definirlas. Puede que muchos de estos entrenadores no sean consciente de su poca formación y por haber realizado unos cursos de una federación crean que tienen los conocimientos suficientes cuando no es así, no es culpa de ellos sino de los que le han formado y le han firmado un diploma certificando que tienen unos conocimientos suficientes como para entrenar. Vivimos en un país que en el que todo el mundo sabe de política, medicina y deporte. Peor aún es el caso de los deportitas de élite que se creen entrenadores porque ellos han sido buenos. Estos son otros que meten unos piciazos más que interesantes porque encima se creen que son muy buenos ya que ellos han ganado carreras importantes.
Tened en cuenta que un licenciado en CCAFD sale después de toda una carrera con unos conocimientos mínimos que tiene que reforzar con algún master, muchos estudios por su cuenta y mucha experiencia.
Esta es una reflexión que me gustaría que hagáis y que cuando pongáis vuestro cuerpo en manos de alguien que este sea un profesional. ¿Pondrías en manos de una aficionado a la arquitectura los planos de vuestra casa?, ¿pondríais en manos de un apasionado por la medicina vuestro cuerpo para una operación?,… Poned vuestras manos sólo en manos de un profesional y esas manos no son otras que las de un licenciado por alguna universidad al igual que hacéis con el arquitecto, el médico, el abogado,…
Gracias a Dios cada vez me encuentro con más gente que es consciente de la importancia de trabajar con un profesional, así que espero que si nunca os habéis puesto a pensar sobre este tema lo reflexionéis. Vuestro cuerpo os lo agradecerá.
Interesante y cierto, por experiencia lo digo. El deportista lo que debe poner es ganas.
Un saludo.
David más ganas que tu poca gente tiene, ya sabes que eres mi ídolo. Tienes más mérito que un campeón del mundo.
No te rindas nunca, aunque creo que la palabra rendirse no está en tu vocabulario ;-)))
Un abrazo