Nuria es la mujer de uno de los chicos que entreno y nos ha querido mandar un escrito con el fin de homenajear a todos los acompañantes de deportistas. Os dejo lo que nos ha pasado.
VIVA YO Y TODOS MIS COMPAÑEROS!! “LOS OTROS” SUFRIDORES DEL CICLISMO.
Tú, ciclista aficionado, pero que muy aficionado…de esos que pedalean y se preparan todo el año… ¿has pensado alguna vez en quien está a tu lado, a tu alrededor viviendo tu deporte “contigo pero de otra manera”? Tu mujer, tu hijo/a, padres, hermanos…
Pues obsérvalos atentamente y date cuenta cómo lo “comparten”, a lo mejor te sorprendes.
Está claro que el protagonista es el deportista… el que sufre, el que entrena, el que suda, el que necesita atenciones y servicios, asistencia y apoyo incluso psicológico, respeto y admiración, el que compite y, gane o no, es el protagonista de su película.
Existen muchos ejemplos, muchos detalles en hermanos de ciclistas, hijos, hijastros, esposas, madres, padres …
En la Quebrantahuesos 2013 lo volví a vivir y, siendo esposa ilusionada y expectante, estaba ya cerca de la meta, a 100 metros, esperando. Ya habían pasado 6 horas largas desde la salida. Había madrugado con él, desayunado, tragado alguna contestación indeseable del marido ciclista por culpa de los nervios…¿se lo perdono? Venga va, se lo perdono. También es verdad que hay que saber hasta dónde hablar o actuar según la circunstancias, como en todo en la vida.
Después de haberlo dejado en la zona de salida y haber salido con el coche antes de que cerrasen las carreteras, para esperarle en el Somport, primer y único puerto donde les podemos ver y seguir (con mucha rabia al ver que ya me debería ir a la meta por estar el tráfico cerrado; cosa que comprendo perfectamente por la seguridad de los ciclistas, claro),,,,bueno, que estábamos en la meta y claro, allí los que están son los acompañantes, todos nosotros, de los que hablo:
Había padres, abuelos, hermanos, amigos, esposas. Los comentarios, te los comento:
-“A ver qué tal van porque dicen que ha habido caídas y alguna fuerte, esperemos que no les haya dado una pájara o el tío del mazo! Porque todo el año que se lo están preparando, sería una lástima que tengan un mal día,,, y vaya, qué mala suerte esos que han tenido fallos técnicos y roturas que se han tenido que retirar,,, ¡Escucha, escucha, una ambulancia! …pobre, que no sea grave… Pues mi marido no para en todo el año ,,,madre mía lo que tenemos que aguantar,,, y aquí estamos con ellos! Sufriendo y sintiendo de otra manera”.
-Y mientras seguimos esperando, siguen los comentarios, porque allí parece que todos nos conocemos y, ¡a desahogarnos! : que si la dieta “ ¡ala, a hacer comidas diferentes para que él coma lo que debe! 125 gramos de pasta los lunes, legumbres los martes, las proteínas, la avena, las ensaladas sin pasarnos un gramo. Y que descanse bien”.
-“¿Y los gastos en la bici? Seguro que no nos dicen lo que se gastan. Yo a mi marido le reñí el otro día…”
-“El gimnasio, el fisioterapeuta, el rodillo… Cuando llega el fin de semana a hacer mil horas en bici y por la tarde ¡¡al sofá con las piernas levantadas!!”. A veces cansa, ¿sabes? Porque vale que somos parejas comprensivas y también tenemos nuestras aficiones pero, el año es muy largo y somos más de uno en la familia ¿eh?
– ¿y las fotos? “Que salga bien de posturita, que se me marquen los músculos y que se vea el paisaje, que parezca un pro”. Chicos, que a veces no nos da tiempo porque no os vemos entre la multitud, o estáis en el otro lado de la carretera, o pasa uno por delante. A veces hay que hacer la foto y dar avituallamiento, ejem, ejem, ¡no seáis tan exigentes!
Pues todo esto y más nos lo comentamos entre todas/os allí en las marchas y carreras, jejeje.
A mi lado había un niño con su abuelo, el niño de unos 9 años, llevaba una bandera más grande que él. Este chico no hablaba nada con el resto de mujeres que allí habíamos; supongo que nos escuchaba, ¿o no? Sólo miraba al infinito, allá por donde deberían asomar los ciclistas para entrar ya a meta. Le pregunté: ¿Es tu padre el que corre? Me dijo: “No, mi hermano”. Me daba emoción verle su mirada, casi sin parpadear, centrada en la carretera, su postura recta sin soltar la bandera donde había un mensaje de ánimo a su hermano. ¿Imaginas sus sensaciones? ¿la ilusión mientras preparaba la pancarta? su hermano es su héroe y ejemplo. “Va de naranja, le estoy esperando”, me dijo. Ojalá el hermano ciclista le haya dado un abrazo y le haya agradecido mirándole a los ojos a ese hermano pequeño el haber estado con él antes, durante y después de la marcha. Eso le hace grande al mayor y le sirve de mucho al pequeño.
No olvidemos al abuelo, el padre del ciclista. Este hombre que ha visto desde el primer día en que le compró la bici a su hijo. Lo ve y anima a entrenar y que, por muy “hombre” que sea, sufre y vive el deporte con su hijo. No son tan exagerados como las mujeres pero lo sienten todo también. Y descansa y suspira cuando el hijo atraviesa la meta. Y no sólo eso, respiran cuando, cada día, después de entrenar se asegura que está bien en casa sin haber sufrido accidentes en la carretera.
Los acompañantes lo vivimos a nuestra manera. Allí todos preparamos el terreno quitando piedras peligrosas, inventando canciones, animando, esperando a daros el bidón con alimento, plegamos el periódico para el pecho, preparando pancartas, teniendo nervios…en fin, que lo vivimos con vosotros. Y hacemos amistades con las que vernos en la próxima, jajaja, da mucho gusto esta parte del ciclismo.
¿Te das cuenta de que no lo vives sólo? ¿Que tu mujer, le guste más o menos, te respeta y te apoya y lo siente también? ¿ tu hijo/a, que sabe que no puede estar contigo los sábados y los domingos todo el tiempo que quisiera porque estás muchas horas en la bici, que te observa y admira y se prepara para vivir tu próxima marcha o carrera con gran alegría e ilusión sacrificando esas horas en las que te espera resignado? Para nosotros también es nuestra marcha.
Es así. Espero que después de leer esto, cuando acabes tu próximo objetivo, dediques una mirada, una palabra, un abrazo o un choque de manos a quien vive tu pasión a tu lado, aunque al otro lado.
Todos necesitamos de la admiración y el agradecimiento. Cuando hacemos las cosas con ilusión, nos emocionamos y lo vivimos intensamente. Vale que lo celebréis entre los amigos y compañeros ciclistas, que os abracéis al llegar, cual triunfadores (que lo sois) y comentéis cada batallita cómo la habéis vivido; pero mírame y compártelo conmigo también, que yo vivo esas batallitas aunque no esté pedaleando, subiendo esa rampa del 20%, o bajando esos puertos de vértigo, o sufriendo una pájara… Tu hermano pequeño, tu hijo/a, tu padre, tu madre, tu esposa o esposo están ahí contigo.
Un aplauso y mucho ánimo a todos los acompañantes de los deportistas, que no baje la ilusión y sigamos a vuestro lado si no… ¿qué sería de vosotros sin nosotros? 😉