Durante años, el lactato —mal llamado “ácido láctico”— ha sido injustamente visto como un desecho tóxico del ejercicio. Hoy sabemos que esto no es cierto: el lactato es una molécula valiosa, una fuente de energía eficiente y una señal metabólica que mejora el rendimiento, la salud metabólica y la función celular.
Sin embargo, en los últimos años ha surgido un mito:
“El lactato alimenta a las células cancerígenas, por lo que hacer ejercicio intenso podría favorecer el cáncer.”
Este mito es incorrecto, y la ciencia lo deja muy claro.
¿Qué es realmente el lactato?
El lactato es una molécula que se produce de forma natural cuando el músculo necesita generar energía rápidamente, especialmente durante esfuerzos intensos.
Lejos de ser un residuo, el lactato:
Es un combustible reutilizable por músculos, corazón y cerebro.
Sirve como señal para mejorar la adaptación al ejercicio.
Regula el pH interno evitando acidosis peligrosa.
Es decir, ejercicio → lactato → mejor salud.
¿Las células cancerígenas usan lactato?
Es cierto que algunas células cancerígenas pueden utilizar lactato, igual que utilizan glucosa,… y otros sustratos energéticos. Sin embargo:
El lactato del ejercicio no llega al tumor en cantidades que lo alimenten.
El metabolismo tumoral funciona de manera distinta y tiende a producir lactato, no a consumirlo.
La mayoría de tumores muestran el llamado efecto Warburg, que se caracteriza por producir grandes cantidades de lactato, no por utilizarlas como combustible principal.
El lactato producido durante el deporte no es utilizado por las células cancerígenas como fuente relevante de energía.
¿Qué dice la ciencia sobre el lactato y el cáncer?
La evidencia científica es contundente:
✓ El ejercicio reduce el riesgo de desarrollar cáncer.
Decenas de estudios epidemiológicos muestran que las personas físicamente activas tienen entre un 20 % y un 40 % menos de riesgo de padecer varios tipos de cáncer (mama, colon, endometrio, próstata, etc.).
✓ El ejercicio reduce la progresión tumoral en personas con cáncer.
Se ha observado:
Menor inflamación crónica
Mejor función inmunitaria
Menor resistencia a tratamientos
Mejor tolerancia a quimioterapia y radioterapia
Mejor calidad de vida
✓ El lactato del ejercicio mejora la respuesta inmunitaria antitumoral
El lactato generado en el deporte activa células NK y linfocitos T, que son esenciales para destruir células tumorales. El lactato del ejercicio ayuda al cuerpo a combatir el cáncer, no a alimentarlo.
Entonces… ¿de dónde nace el mito?
El mito surge de una mala interpretación de dos hechos reales:
Los tumores producen lactato (por su metabolismo acelerado).
Algunas células tumorales pueden, en ciertos contextos, reciclar lactato producido por otras células del microambiente tumoral.
Pero esto no tiene relación con el lactato producido por tus músculos cuando entrenas.
¿CÓMO ACTÚA EL LACTATO DEL MÚSCULO?
MÚSCULO (haciendo ejercicio intenso)
↓
Glucosa → Lactato
↓
El lactato viaja a la sangre
↓
El hígado lo reconvierte en energía (ciclo de Cori)
↓
Vuelve a usarse como combustible
¿CÓMO ACTUA EL LACTATO DE LA CÉLULA?
Células tumorales 1 (muy glucolíticas)
→ Producen MUCHO lactato
Células tumorales 2 (más oxidativas)
→ Consumen ese lactato y lo usan como energía
Esto crea una “cooperación metabólica” dentro del propio tumor:
Célula A hace lactato
→ La Célula B lo usa como combustible
→ Ambas crecen mejor



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