Debido a la actual falta de claridad sobre el alcance y función de la Psicología del Deporte, no debe sorprendernos la general confusión con respecto al rol que desempeña el psicólogo. Además surge otro problema, la aparición del coach y cuyas habilidades NUNCA se pueden comprar con las de un psicólogo. Yo siempre los comparo con la gente que dice que es entrenadora por haber hecho un curso de los que ofertan las federaciones para que pueden financiarse, nunca tendrán los conocimientos de un entrenador licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, el resto son técnicos deportivos.
Todos reconocemos que el deporte posee una dimensión humana que ha captado el interés de múltiples ciencias. La Psicología del Deporte es una especialización dentro de la Psicología General, esto es, dentro de la ciencia que estudia el comportamiento humano y surge como una tentativa de obtener respuesta a las preguntas suscitadas dentro del contexto del deporte.
Inicialmente, esta moderna rama de la Psicología Aplicada dirigió su atención hacia aspectos tales como la personalidad y motivación del deportista. Actualmente, sin embargo, existen otras áreas de gran interés, como el aprendizaje motor, toma de decisiones, la percepción, la emoción, la concentración, el estrés,……que la Psicología del Deporte aborda aportando evidencias científicas que constituyen un campo potencialmente amplio de conocimiento.
El psicólogo del deporte es un “entrenador” de las habilidades mentales, se ocupa de desarrollar y potenciar las variables y los procesos psicológicos que inciden en el rendimiento y la práctica deportiva, además de aquellos factores emocionales y de personalidad que influyen directamente en dicha actividad.
El psicólogo del deporte sabe cómo entrenar a un deportista de manera que éste disfrute, se esfuerce y evolucione, todo ello obteniendo resultados, en lugar de dejar al azar que el triatleta descubra por sí mismo los principios psicológicos básicos que van a potenciar su rendimiento deportivo. En muchas ocasiones el entrenador realiza esta función sin saberlo. El control del estrés, el cambio de pensamientos inadecuados en positivos, la recuperación de la autoconfianza, la superación de miedos… Son cuestiones de las que se ocupa el entrenador con frecuencia. Sin embargo, no se debería descartar la posibilidad de entrar en contacto con un tipo especial de instrucción, con un entrenamiento como el mental, poco conocido, pero que interviene directamente en el rendimiento deportivo.
La Psicología del Deporte es, pues, la más joven de las ciencias del deporte, cuyo objeto de estudio son los factores psicológicos que influyen en la práctica del mismo, así como los efectos psicológicos que se derivan de dicha participación.
Consideremos al psicólogo del deporte como un técnico más, un especialista cualificado para realizar un análisis objetivo de los eventos psicológicos que tienen lugar en el ámbito deportivo, que ofrece la posibilidad de modificar el entrenamiento para hacerlo más completo, científico y humano.
Finalmente, sólo añadir que un buen entrenador es imprescindible, y un psicólogo totalmente necesario.
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