El vaho, que es lo que empaña las gafas, son microscópicas gotas de agua. La diferencia de temperatura entre la lente y el agua condensada de su interior es la razón principal de su aparición. Pero existen otras como la capacidad de absorción o el aire húmedo del interior de las gafas. Aunque lo normal es que sea combinaciones de esas anteriores razones.
La única protección practica es crear una película muy fina que impida a estas gotitas de agua «pegarse» a la lente de las gafas. Esta película protectora puede llevarla la propia gafa de fabrica, sobreponerla con un espray especial o mediante la propia saliva humana.
Las gafas anti-vaho funcionan muy bien pero la película protectora que traen de fabrica se desgasta rápidamente, sobre todo con el contacto con el cloro o con jabones con pH no neutro. La única manera de mantener la película protectora anti-vaho es no mojando nunca las gafas (por el interior), o solo con agua del grifo de vez en cuando para limpiar la lente, y aun así tiene una duración limitada. Si mojamos la lente con agua clorada la película durara unos pocos entrenamientos. Los micro arañazos que se producen al limpiar las lentes con la toalla o con los dedos también reducen la eficacia de la protección anti-vaho.
Los espray son útiles y generan un película que impide la generación de vaho. Pero no todos son iguales, algunos por ejemplo, los que se venden para los casos de las motos, crean películas demasiado densas, en algunas tiendas puedes encontrar específicos para las gafas de natación. Eso sí, tienes que rociar con espray muy a menudo y limpiar las gafas con agua del grifo todos los días.
Quizás lo mas practico es lo que hacen prácticamente todos los nadadores de competición, usar su propia saliva para crear una fina película protectora. Basta con mojar con la lengua el interior de la lente y luego aclarar un poco con agua. Mejor si las gafas antes del ensalivado están secas. Es practico por qué se puede hacer en cualquier momento del entrenamiento y mantener siempre la visión limpia.
Cuando vemos que ni con saliva ni con espray las gafas dejan de empeñarse lo normal es que la impermeabilidad no sea correcta y permita el paso constante de humedad al interior de la gafas.
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