El atleta de ultra Jorge Rivero nos deja una pequeña pincelada de lo que para él representa el correr por la montaña. 
«Hace años cambié las zapas de asfalto por las primeras zapas de montaña, recuerdo que fueron unas Asics Trabuco, aunque si es cierto que mí primera carrera no asfaltera las hice con unas voladoras y tampoco me fue tan mal. Siempre me ha gustado la montaña, procedo de Béjar un pueblo salmantino donde desde casa a la sierra puedes ir andando o corriendo sin problema. Era raro el fin de semana que no íbamos con mis padres a dar un paseo o en la época invernal a lanzarnos con el trineo. Las sensaciones de correr por la montaña, por lo menos para mi, no tiene nada que ver con el asfalto, es un medio totalmente distinto, el entorno, los ritmos, la naturaleza viva contra la urbe. El ser humano necesita su espacio y libertad, yo lo encuentro en la montaña. El ser humano necesita respirar, desconectar de la rutina diaria y momentos de soledad. Todo eso y más, lo encuentro en cuando mi mente y mi cuerpo se unen al espíritu de la montaña. Es algo que tienes que vivir, que tienes que sentir. Cuando estas allí arriba, todos los problemas son menores, vas corriendo, sufriendo y disfrutando a la vez, cierras los ojos y te das cuenta de lo privilegiado que eres por estar vivo».
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