Un estudio realizado en Corea del Sur muestra que la percepción de los adolescentes sobre el entrenamiento varía según el género del entrenador. ¿Pero eso realmente importa?
¿Quién es el entrenador de sus hijos? Así como un profesor en la clase, el entrenador deportivo debe ser un educador que enseñe y mejore las habilidades de los niños por medio de actividades físicas. El trabajo del entrenador debe también fomentar valores como el trabajo en equipo, la autoestima, el compromiso y la superación de retos.
El entrenador debe, además, incentivar el cuidado de la salud, a través de orientaciones para lograr una alimentación adecuada y la enfatización de la necesidad de un descanso correcto, por ejemplo. Y claro está, es responsabilidad del entrenador la enseñanza de técnicas, reglas y estrategias específicas del deporte en el que se entrena.
Con todas estas tareas ¿estará el entrenador listo para una formación eficaz? De acuerdo con el coordinador de Psicología del Deporte del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, en España, Alejo García-Naveira, este profesional “debe ser un educador-entrenador”.
“El alumno tiene que sentirse respetado e integrado dentro de un buen ambiente de entrenamiento con normas previamente establecidas. Cuanto más inmaduro sea, más apoyo emocional necesitará”, afirma García-Naveira.
El entrenador debe, por eso, comprender las necesidades de aprendizaje del niño y ofrecer una formación que sea rígida y flexible al mismo tiempo, con componentes lúdicos y divertidos. Él resalta que “el aspecto competitivo no debe arruinar a la diversión. Para lograr eso, el monitor tiene que complementar los conocimientos técnicos con nociones de coaching”, afirma. Con el desarrollo de la edad, se disminuye el aspecto lúdico e incrementa el lado competitivo, sugiere.
La cuestión del género
De acuerdo con un estudio publicado en julio en el Journal of Sports Science and Medicine, realizado por investigadores de la Corea del Sur, los deportistas adolescentes han sido analizados con arreglo a las preferencias de género para su entrenador. A pesar de haber diferencias significativas en los resultados, la muestra ha detectado mayor tolerancia de los jóvenes atletas a la autoridad masculina.
Pero, cuando la entrenadora es mujer, muestran menos tolerancia a los órdenes, y prefieren las habilidades relacionadas a la eficiencia del entrenamiento y a la reacción positiva recibida.
Sin embargo, aún se conoce poco sobre los efectos en el rendimiento de los niños. Pero, actualmente, hay pocas mujeres como entrenadoras de niños, sea en los deportes amateurs o profesionales.
El psicólogo Alejo García-Naveira reconoce que existe un condicionante importante relacionado a la cultura sobre el género de quien entrene a un deportista. Pero cree que “sea hombre o mujer, tiene que cubrir el perfil y asumir el papel de educador-entrenador. Del mismo modo, las entidades deportivas tienen la responsabilidad legal y moral de seleccionar los mejores entrenadores con los que los menores de edad tendrán sus experiencias deportivas”, afirma.
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