Leyendo las publicaciones que saca mensualmente Exercise Science and Sports Medicine (sus publicaciones son científicas al 100% y el medio de divulgación más serio a nivel internacional sobre fisiologíoa del ejercicio) me ha llamado la atención un artículo publicado por Martín P.Schwellnus donde habla sobre los calambres musculares en la maratón, aunque podemos extrapolarlo a cualquier deporte. Os copio el resumen para no marearos mucho.
Leyendo las publicaciones que saca mensualmente Exercise Science and Sports Medicine (sus publicaciones son científicas al 100% y el medio de divulgación más serio a nivel internacional sobre fisiologíoa del ejercicio) me ha llamado la atención un artículo publicado por Martín P.Schwellnus donde habla sobre los calambres musculares en la maratón, aunque podemos extrapolarlo a cualquier deporte. Os copio el resumen para no marearos mucho.
Calambres «sólo» por la fatiga muscular… ummmm, no me suena haberlo leído nunca pero podría tener sentido porque, en el fondo, ese desequilibro no deja de ser una «corrupción» del mecanismo para la obtención de la energía y la limpieza de los residuos.
Si en una máquina / sistema, hay piezas que funcionan regular, tienen impacto o efectos colaterales sobre el resto así que, al final, acaba petando por algún lado. En unos casos será en forma de bloqueo muscular (no da calambre, pero se nos suben los caracoles por las piernas :-D)) y, en otras, pues calambrazo al canto.
Ay, se me olvidó un punto…
Esa fatiga muscular, muchas veces hace que corramos mal o de manera diferente a como solemos hacerlo y es posible que estemos sobrecargando músculos que no tenemos tan entrenados y que pueden acabar cascando.
Es lo mismo que nos pasa cuando tenemos una ampolla en el pie, que sólo por andar pisando «regular», podemos acabar con un inicio de fascitis.