Bueno… no se vosotros pero yo ya estoy cansado de este nuevo ciclismo de conservadurismo. Ayer no sólo perdimos los telespectadores, que no vimos ni un ataque (menos uno sin pena ni gloria del bueno de Alberto), también perdieron los corredores (Aru, Bardet y Uran) la posibilidad de distanciarse del británico Christopher Fromme.
¡No entiendo que en una de las etapas claves del Tour se llegue a los últimos 500 m y aun haya 9 corredores!!!! Si, lo se… desde el sofá es sencillo escribir lo que esto escribiendo, pero creo que falta mucha ambición, gente que se la juegue el todo por el todo y si peta pues nada, ni Top 10, al palco y listo. Eso hace que vayan los mejores tan juntitos y espero que cambie esa filosofía porque el que no arriesga no gana
Eso si, alguno seguro que esta pasada noche no ha descansado bien pensando en la oportunidad que han perdido para distanciar a Froome a la par que darle un golpe a su moral que muchas veces son peores que los físicos.
Pero lo de ayer era de libro. Hasta que faltaban 6-7 km para llegar a meta todo transcurría dentro de la normalidad, pero ahí comenzó el británico a dar muestras de señales de que algo no iba bien y sus rivales no fueron capaces de leer la carrera.
¿Qué sucedió? Principalmente dos puntos:
1º) Se apreció como el británico quedando esos 6 km para meta se toma un gel. Cuando esto sucede tan cerca de meta, les quedaría entre la bajada y subida unos 12´-15´ para llegar a meta como mucho es absurdo tomar un gel porque cuando comiences a asimilar ya estás entrando en meta. Un gel se asimila rápido, pero tiene su proceso porque desde que los ingieres tiene que llegar al estómago, ahí los jugos gástricos terminan de descomponerlo para pasar al intestino y en la parte correspondiente comenzar a asimilarlo.
Cuando un ciclista de la talla de estos campeones hace eso no es por otro motivo del que se están viendo vacíos y antes de no hacer nada pues tomamos algo, pero con tampoco tiempo ya no hay margen.
2º A Froome no le gusta ir en la general con los rivales muy cerca de él y siempre ha esperado algún día como el de hoy para pegar un golpe sobre la mesa y distanciarse de ellos. Si a 2 -3 km de meta aun no lo había hecho algo raro pasaba. Sus rivales tampoco se dieron cuenta y se limitaron a ir al ritmo que marcaba Landa, que por cierto iba sobrado.
Todos esperaban el ataque de Froome y como no llegó se disputaron la etapa, pero ahí vino las sorpresas y las posteriores lamentaciones, el líder estaba en crisis y en escasos 400 metros perdió 22”
Esperemos que esto sea un punto de inflexión y que los corredores sean un poco más valientes y nos brinden un gran espectáculo en lo que resta de Tour. Los favoritos aun no le hemos visto atacarse entre ellos ni una sola vez, excepto Bardet que tiene más que merecido el triunfo de ayer. Ha sido él único que ha ganado algo en la decimosegunta etapa del Tour de Francia, junto con Aru que porfin ha catado el maillot amarillo-
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