Hace unas semanas el ultrafondista español Pablo Criado participó en una de las pruebas más duras del calendario internacional, no es otra que Tor des Geants. Os dejo desde primera línea de fuego el artículo escrito por el propio Pablo Criado 4º clasificado en esta edición. Le damos las gracias a Lorenzo Belfrond por cedernos las fotos.
Hablemos del TOR!!!
Vamos a ponernos en antecedente, Tor des Geants, carrera de ultrafondo por montaña, valle de Aosta, Italia, 2ª semana de Septiembre, 330 km, 24000 metros de desnivel positivo y otros tantos negativos, pasa dos veces por encima de 3000 metros de altitud y unas 6 ó 7 por encima de los 2500, dicen que es la carrera por montaña más dura del mundo en formato non-stop, es decir sales y tú decides si paras o no y cuando, 150 horas máximo para completarlo.
Cuando Juan me dice que le escriba algo, pienso que es fácil, pues hay mucho que contar, pero si me pusiera a contar la carrera os aburriría, eso de decir subi este collado puesto tal tantas horas y así continuamente, pues como que no!!!
Voy a los detalles, salimos un domingo a las 10 de la mañana y piensas, joder!! Si no voy a volver hasta el miércoles por la tarde, y eso si sale todo bien, como por suerte así fue.
Antes de todo esto, qué me anima a hacer esta barbaridad, bueno a mí y a otros 650, pues la verdad, por una parte demostrar que puedes hacerlo y hacerlo además en un número determinado de horas (quizá debemos llamarlo ego), y por otro lado, en mi caso el amor a la montaña que tengo desde chico, y ahora que ya lo hice dos veces el cariño a la gente del valle de Aosta, que se vuelca en esta carrera.
Qué llevas en la mochila? Pues aunque parezca mentira, poca cosa, un poco de agua, unas barritas unos geles, guantes, ropa de abrigo, el móvil y alguna cosilla más.
La organización te traslada una bolsa con tus cositas, más ropa, zapatillas, comida, lo que quieras, a unos puntos que llaman bases vida, que son unos avituallamientos gigantes con comida, bebida, duchas y literas. De estos hay seis en toda la carrera y otros treinta y alguno, más básicos con bebida y comida.
Lo mejor de todo, es que algunas de las barritas que salieron conmigo de Courmayeur, principio y fin de la carrera, la hicieron conmigo entera, al final casi no comes ni barritas ni geles, salvo la primera parte de la carrera, luego, al menos es mi caso, comes pasta, sopa, té, queso, fontina una especialidad valdostana muy rica o parmigiano, y un embutido que llegas a amar y odiar a partes iguales, la moncheta.
Zapatillas: yo este año me cambié 5 veces de zapatillas, unas las rompí la suela a los 100 km, otras las cambié porque llovía y patinaba demasiado, las siguientes porque se mojaron en el diluvio, las otras fue la nieve la que me las hizo cambiar. Cinco zapas y cinco pares de calcetines, si rompen los pies aquí, estás acabado. El año anterior sólo cambié tres veces, hizo mejor tiempo.
La ropa: este año me duché varias veces, pues relaja los músculos y me cambié de ropa, 4 veces, por qué? Pues sencillamente porque el año anterior no lo hice hasta el km 280, y la verdad es que casi ni yo me soportaba del olorcillo!!!
Dormir: ¿qué es eso?, jajaja, en los dos años que he podido hacer esta carrera, lo más que he dormido han sido 3 horas este año, pero en total, en 3 días y medio, lo más largo una hora seguida, y claro, esto tiene consecuencias, las famosas alucinaciones, algo que yo pensaba eran invenciones cuando se lo oía a algunos corredores en carreras de dos noches, hasta que el año pasado, me acompañó un oso panda en la última parte de la subida a Malatra
Este año, tuve la suerte de que mi padre me acompañara en la carrera, iba a los avituallamientos que podía, este si que se curró una carrera ultra!!! Más de 1000 km de coche, por serpenteantes carreteras de montaña, espectacular.
Esto nos gusta y nos apasiona, sin duda, si no, no lo haríamos, pues hay muchos momentos malos, cuando subes una empinada cuesta, o col, como dicen por allí, generalmente larga como un día sin pan, y después de tres días casi sin dormir, te apoyas en los bastones un poco y te quedas 3 ò 4 minutos dormido sobre ellos, o vas que no puedes más y te tumbas junto al camino a dormir, pero sin duda, uno de mis preferidos, desde el punto de vista, uhmmm, diré “masoquista”, es cuando en el km 200, empiezas a notar, como tu parte más noble, o sea el culo, y más concretamente el centro de la diana, se te irrita y vas pidiendo clemencia durante más de 100 km, algo inhumano!!!! Y es que al final es un claro ejemplo de que no debemos de estar del todo diseñados para estos menesteres, aunque nos empeñemos en demostrar lo contrario
Evidentemente hay algo mágico, y es la llegada a la meta, el mundo se para, eres el amo, el dueño de la situación, bueno o eso crees tú, porque seguro que hay muchos que te aplauden pero seguro que habrá otros que dirán mira éste!!, qué flipao!!, … bueno da lo mismo, a lo que íbamos, te empiezas a crecer, eres el dueño, te acercas a la meta, coño!!! Lo has conseguido!! Joder eres un tío grande!!! Y tanto, no eres grande, en este caso eres GIGANTE!!! Y vas y como yo, que no tengo otra ocurrencia que cuando acabo una historia de estas, entrar dando una voltereta, como si no tuviera suficiente!!! Bueno esto se acabará el día que me esmorre delante de todo el personal, sin posibilidad de esconderme, encima!!
No ahora ya fuera de coña, hay algo mágico, esos momentos antes de llegar, unos pocos km antes, en que piensas, te acuerdas de los tuyos, de los que están allí y de los que están en casa, de todo lo que has entrenado, de lo que has disfrutado, porque al final es eso un viaje y los viajes son para disfrutar, y te vas acercando a meta y allí antes de pasar la línea, en mi caso este año, veo a mi padre y me acerco a él y le abrazo, y lloras,… coño como pa no!!! Que te has currado 330 km y el tío estaba por allí, sin tener ni papa de italiano, y en todos los sitios siguiéndote, haciendo no un Tor, sino tres, para disfrutar de este momento, un momento único!!!
Y entonces,… entonces cruzas la línea, la línea de meta, y blufff!!! Se acabó, sí, se acabó, ya no eres nada, se acabó la aventura, el viaje,… te vienen todas las emociones, algunos abrazos, felicitaciones de la gente que se acerca, el móvil, donde está el móvil?? Llamas a casa, en mi caso a Ana, que sabe lo que es esto pues el año pasado lo hizo y eres incapaz de articular palabra, ella sin duda lo ha pasado peor que yo, casi cuatro días sin parar de mirar el ordenador para saber por donde y cómo iba, conociendo el recorrido, los lugares más duros, los más empinados, los más técnicos…, y te agarras al móvil como si la estuvieras abrazando, no te preocupes amor, ya está, lo hemos conseguido!!!
y comienza el viaje más duro, el que te lleva hasta el apartamento, sólo unos cientos de metros, por las calles del pueblo, unos cientos de metros muchísimo más duros que todo el Tor, las piernas ya duras no responden, se te caen los bastones y no eres capaz de doblarte a recogerlos, pero eso sí, la sonrisa, esa no desaparece de tu boca, satisfacción, orgullo, … la ducha y el sueño reparador de esa primera noche después de la carrera, dan paso a un nuevo día, el primero después del Tor y el primero en el que romperás la promesa esa que hacías al acabar, esa de no vuelvo jamás, pues ya sólo piensas en repetir el próximo año!!!
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